PENSIÓN DE PARÍS, O LA INCONVENIENCIA DE HACER RESEÑAS

Tras el extraño título de esta reseña tan sólo pretendo hacer una pequeña reflexión sobre la realización de reseñas de bolsilibros, que espero se entienda según avancéis en el artículo. Permitidme que inicie esta entrada, precisamente con la reseña de una obra de Ralph Barby, y después me explico.

ralph barby pension de parisTITULO: PENSIÓN DE PARÍS

AUTOR: RALPH BARBY

SELECCIÓN TERROR Nº 189. EDITORIAL BRUGUERA

1ª EDICIÓN 1976

PORTADA: Salvador Fabá

Creo que no es necesario mencionar que esta novela engrosa la lista de títulos que se desarrollan en Francia, escenario muy habitual de la literatura popular, probablemente el más recurrente después de los Estados Unidos. En este caso, el autor da muestras de conocer bien la ciudad en primera persona, o al menos, de haberse documentado adecuadamente.

La historia comienza con Jéróme Sebolix, un hombre que ha sido marino, proxeneta, y que en la actualidad (en los años 60´) apenas gana lo suficiente para malvivir en la pensión Lachaise, una modesta casa de huéspedes cercana al cementerio Pére Lachaise regentada por las hermanas Marguerite y Hortense Magenta, dos ancianas aficionadas al espiritismo.

Una buena mañana, mientras hojea el diario desayunando, Jéróme comprueba asombrado que aparece una esquela rodeada con un círculo rojo con su nombre, en la que se indica que ese mismo día será incinerado. Convencido de que se trata de una broma pesada, acude al entierro, encontrándose que el cadáver que está a punto de ser incinerado tiene su misma cara.

Tras ser expulsado de la capilla de incineración tomado por un loco, y tras ver en un espejo que no reconoce su propio rostro,  es apuñalado por un atracador cuando regresa a la pensión. Ante los ojos aterrorizados de dos testigos que presencian el apuñalamiento, el cuerpo del supuesto Jéróme Sebolix se descompone en cuestión de segundos.

Cambiamos de escenario, y cuatro jóvenes estudiantes –dos chicos y dos chicas- buscan habitaciones en la pensión Lachaise. Los dos chicos –Gilbert y Jean- comparten una habitación,  y las dos chicas –Marie y Silvy-, la otra.

Los cuatro resultan ser los testigos de la increíble descomposición del cuerpo de Jéróme, que han decidido investigar por su cuenta tan misterioso suceso. Han acudido allí, porque antes de desaparecer, Jéróme no paró de gritar su nombre  y de decir que vivía en la pensión Lachaise, pero lo que no sospechan es el horror en el que se verán envueltos.

Y hasta aquí, para no destripar la historia de esta novela en la que París es una protagonista más.

Y ahora entramos en la reflexión propuesta al inicio de la reseña, y el motivo por el que he reseñado justo Pensión de París.

El propio Ralph Barby, respondiendo en un blog acerca del tema de las reseñas, escribió lo siguiente:

“A lo largo de mi vida profesional he escrito cientos y cientos de sinopsis: Las aborrezco. No me gustan, y cuando te las hacen otros en “Reseñas”, destripan la obra aunque sea sin mala intención. En el caso de “PENSIÓN DE PARÍS”, se trata de una novela corta que puede leerse en poco más de una hora. Sumergirse en la historia es fácil, basta leer la primera página, seguro que sigues adelante. Las historias de TERROR, máxime las “made in Ralph Barby”, es mejor comenzar a leerla sin saber de qué va. No son historias en las que han matado a alguien y se dedican a buscar pistas. Y tíos o tías muy listos, al estilo de los thrillers tradicionales, descubren el asesino al final. Nada de eso, mis historias suelen ser mágicas, oscuras y góticas, cada lector que las interprete como prefiera.”

Es decir, que el autor reniega de las reseñas, por considerar que estas pequeñas sinopsis son spoilers a lo bestia, y probablemente no le falte razón, y lo mejor sea acercarse a este tipo de libros sin la más mínima guía, lo que me hace plantearme si  las reseñas son útiles, o en realidad provocan el efecto contrario del pretendido, que no es otro –al menos en mi caso- que fomentar la lectura de este tipo de literatura.

En mi opinión, al igual que ocurre con los trailers cinematográficos, todo depende de cómo esté escrita la reseña, ya que una cosa es despertar el interés del lector, sin destripar la historia,  y otra es contar prácticamente todo, lo que desincentiva claramente la lectura. Yo personalmente soy plenamente consciente de que en ocasiones me excedo claramente, pero procuro que sólo sea cuando considero que es necesario para enlazar el resumen del libro con el tema que esté tratando en la correspondiente reseña.

En resumen, que soy partidario de las reseñas, pues creo que son un instrumento magnífico para difundir la literatura popular, y es tan fácil como que el que no quiera tener la más mínima idea de qué va una novela, que no vea la reseña hasta haberla leído. No sé qué pensaréis al respecto los que leais esto (si es que lo lee alguien).

9 comentarios en “PENSIÓN DE PARÍS, O LA INCONVENIENCIA DE HACER RESEÑAS

  1. Pues que quieres que te diga, Alberto, yo casi que opino como Barby….y quizá te parezca raro que esto lo diga precisamente yo que tengo un blog con el nombre de “Reseñas de bolsilibros” :). Pero es que si te fijas yo no cuento los argumentos de las novelas en mis reseñas sino que, como mucho en cuatro o cinco lineas, hago una breve orientación o introducción de que va la novela. Pongo por ejemplo una de las últimas reseñas que he publicado en mi blog: (copio y pego)
    “Cuando aparece una nueva joven estrangulada la policía de Las Vegas llega a la conclusión de que hay un asesino en serie que mata a jóvenes rubias recién casadas que disfrutan de su viaje de novios. Lo más extraño es que de los maridos de las victimas no se vuelve a saber nada y no aparecen ni vivos ni muertos…”
    Esto que cuento en la reseña se cuenta en el primer capítulo y creo que es suficiente para que el que lee la reseña tenga la información necesaria sobre la novela en cuestión. Como yo por lo general no leo las reseñas que se ponen a contar el argumento y suelo saltármelas hasta donde el autor da su opinión sobre la novela, que es lo que más me interesa, pues escribo en mi blog lo que me gustaría leer en otros blogs. De todas formas, como bien dices, también es tan fácil como que el que lee la reseña deje de leerla si ve que le están contando demasiado…Yo por ejemplo cuando hay una película que quiero ver no me gusta ver ni el trailer antes.
    Un saludo y una vez más enhorabuena por tu estupendo blog.

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    • Yo en lo que respecta a reseñas, también soy de la opinión de Barby, pero el problema es que siempre que hago resúmenes de novelas es para relacionarlas con un tema determinado, lo que me obliga a veces a excederme. Un abrazo!

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  2. Buenas.
    Sí lo lee alguien, al menos yo. Y por este tipo de reseñas te tengo añadido a mi lector RSS, así que por mi parte puedes seguir y gracias por tu trabajo y esfuerzo. Saludos de otro fan de los bolsilibros y feliz año.

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  3. A mi me mosquean mucho esas reseñas de bolsilibros en las que te lo cuentan todo, y sobre todo el final. ¿Qué necesidad hay de leerlo, si tienes la suerte de encontrarlo, si ya te lo sabes? Cuando yo algo alguna reseña me limito a contar, muy someramente, el comienzo, y la descripción de los personajes principales, y después doy a conocer las impresiones que me ha provocado su lectura, si me ha parecido interesante o no ( Bueno, si no, no reseño nada; prefiero comentar y promocionar lo que me ha gustado; lo otro me parece un engreimiento y una pérdida de tiempo) Y, sí, yo leo tus reseñas. Un abrazo y a seguir en la brecha, en este año que empieza.

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    • Estoy de acuerdo, Antonio, pero yo hace tiempo que empleo los resúmenes de novelas como un instrumento para hablar de algún tema determinado. Ya hay bastantes páginas de reseñas que hacen muy bien esa labor. Un saludo.

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