NOËL VINDRY

TITULO: LA BESTIA QUE AULLA

AUTOR: NOËL VINDRY

COLECCIÓN LA NOVELA AVENTURA. EDITORIAL HYMSA

1ª EDICIÓN 1.935

noel vindry la bestia que aullaNoël  Vindry fue un escritor francés nacido el 13 de julio de 1896 en Lugrin, en la Alta Saboya, y fallecido en París el 3 de mayo de 1954.

Vaya por delante que bajo ningún concepto  podemos considerar a Vindry un escritor de bolsilibros, y que la inclusión de este autor en este blog obedece por un lado a que sus obras fueron publicadas por vez primera en España en la colección “Novela Aventura” de la editorial Hymsa, ya mencionada en anteriores entradas, y por otra parte, a que considero que es uno de esos autores olvidados que merecen una oportunidad por parte de los lectores más jóvenes.

Aunque escribió novelas de distintos géneros, destacó principalmente como escritor de novelas policíacas, alcanzando sus mayores cotas de éxito con las protagonizadas por su personaje estrella, el juez Allou, un hombre de gran cultura y amante de la filosofía, cuya ordenada mente le permite resolver enigmas sin aparente solución.

También publicó un buen número de novelas del género romántico bajo el seudónimo de Rochebrune a partir del año 1.948.

Noël Vindry prestó servicios como voluntario durante la Primera Guerra Mundial, siendo Noel vindry- el fantasma del mediodiaherido de gravedad en 1915, lo que supuso el fin de su carrera militar.  Posteriormente estudió derecho en la Universidad de Aix-en-Provence, tras lo cual inicia una vida laboral dentro del mundo de la justicia, primero como abogado, y después como juez, obteniendo una serie de experiencias que trasladaría después a sus novelas a través del juez Allou, protagonista de sus libros más famosos.

Este empedernido fumador de pipa se enfrenta a casos criminales en apariencia incomprensibles, con rompecabezas del tipo “habitación cerrada”, en los que, tras una cuidadosa investigación se encuentra la solución mediante el uso exclusivo de la lógica.  Según Boileau-Narcejac, compañero de profesión y reconocido admirador del autor, Noël Vindry noel vindry el collar de sangre«inventa rompecabezas increíbles y muestra un virtuosismo sin par en su resolución”   Para el especialista en novela negra Roland Lacourbe, Vindry representa el equivalente francés de John Dickson Carr.

En 1953, alternando con sus libros escritos como Rochebrune, regresó en paralelo a la novela negra para crear un nuevo personaje, el detective Igor Alex, héroe de una trilogía publicado bajo su nombre en la colección La Máscara.

Sus novelas, -las pocas que han sido traducidas al castellano- no son fáciles de encontrar hoy en día, pues al margen de la edición inicial en los años 30´en la colección “La Novela Aventura” de Hymsa, sólo han sido reeditadas con posterioridad por Plaza & Janés en los años 80.

Libros del juez Allou:

Título/Año Publicación Publicado en España
La mansión de los crímenes. 1.931
El lobo del Gran Aboy. 1.932
El vuelo de los muertos. 1.933 La Huida de los Muertos.         La novela aventura, Ed. Hymsa. 1.935
La trampa de los diamantes. 1.933
El fantasma del mediodía. 1.934 El fantasma del mediodía.         La novela aventura, Ed. Hymsa. 1.935
La bestia que aúlla. 1.934 La bestia que aúlla.  La novela aventura, Ed. Hymsa. 1.935
El armario de los venenos. 1.934 El armario de los venenos.  La novela aventura, Ed. Hymsa. 1.935
El collar de sangre. 1.934 El collar de sangre.  La novela aventura, Ed. Hymsa. 1.936
El grito de las gaviotas. 1.934
Doble Alibi. 1.934
Máscaras negras. 1.935
A través de las paredes. 1.937
Las gafas negras. 1.938

De los cinco títulos publicados en los años 30 por Hymsa, todos ellos menos “el armario de los venenos” fueron reeditados por Plaza & Janés en los años 80. “La bestia que aúlla” pasa a llamarse “La bestia aullante” en esta reedición.

Como puede verse, hay gran número de títulos que no han visto la luz en España.

 Serie Igor Alex

NoelVindry

Versión inglesa de «La mansión de los crímenes»

El autor escribió tres novelas de este personaje, el detective más caro de Francia, publicadas en este país en la colección “La Máscara”:

La muerte abusiva. La Máscara N ° 450. 1953

Viernes por la tarde. La Máscara N ° 479. 1954

El quinto cartucho. La Máscara N ° 528. 1955

De las tres, tan sólo se ha publicado en España “Viernes por la tarde”, en el nº 3 de la colección Plaza & Janés policial. 1.984

Otras novelas Policiacas del Autor

Le Canjuers, 1934.

La Cordée. 1935

La Haute Neige. 1939

La leyenda del Lago Muerto. 1946

La novia de edad. 1946

Les Bons Amis. 1947

Las novelas románticas firmadas como Rochebrune:

La luz de la luna. 1948

Innecesaria despedida. 1948

El espejismo de la mañana. 1949

Las rosas de nieve. 1949

Carta sin respuesta. 1950

La falacia de la Cenicienta. 1951

Los jardines del mar. 1951

La flor tardía. 1952

Río Sombra. 1952

El valle sin retorno. 1953

Los huracanes de otoño. 1953

Las Vacaciones misteriosas. 1956

No tengo constancia de la publicación de ninguno de estos títulos en España.

Y la reseña:

El juez instructor del Palacio de Justicia de Marsella Michel Allouis se encuentra de noel vindry bestia aullante plaza y janesvacaciones en Paris cuando un hombre aparentemente trastornado lo aborda en la estación de Saint-Lazare pidiéndole ayuda para comer. Intrigado por las cosas que dice este loco, Allouis le invita a comer.  Durante una larga sobremesa, el extraño le confiesa que su nombre es Pierre Herry, y le cuenta al juez una historia plagada de inquietantes ramificaciones: un castillo en ruinas, los aullidos de una bestia desconocida que se escuchan por la noche dentro del castillo, la desaparición de un huésped, un perro mudo, el robo de una estatua de Buda robada años atrás en la India, anónimos amenazadores, asesinatos, y un sinfín de elementos condensados en poco más de 170 páginas.

Una vez más el juez Michel Allouis deberá resolver un enigma sin aparente solución con su lógica como única arma, a partir de la narración del extraño personaje que el destino ha cruzado en su camino.

De esta interesantísima novela sólo puedo decir que mantiene el interés del lector hasta el final, donde encontramos una sorprendente solución al enigma que se nos plantea, aunque probablemente no será del gusto de todo el mundo. El principal pero que pondría al libro es que, acorde con el pésimo nivel editorial de la colección “La novela Aventura”, me da la sensación de que la traducción del libro deja mucho que desear, lo que impide valorara objetivamente la calidad literaria del autor. Por ese motivo os aconsejo que para leer esta obra, y el resto de las del autor, leais la reedición de Plaza & Janés de 1.983 en su colección policial, con una buena traducción de ¡Pedro Victor Debrigode!, que por esas fechas ya había abandonado la escritura para centrarse en sus labores como traductor.

A mí personalmente la historia me ha encantado, con esa mezcla de elementos de todo tipo que provocan que pasen cosas constantemente. Es cierto que da la sensación de que los personajes del libro no están bien definidos, y que parecen una mera excusa para que se desarrollen los hechos, pero al menos por mi parte agradezco en este tipo de novelas que prevalezca el fondo sobre las formas. En la literatura actual abundan los libros de 900 páginas bien escritos, pero huecos de contenido, en los que  da la sensación de que el autor precisa de 200 páginas para la construcción de cada personaje, y en los que cuando echas la vista atrás te das cuenta que llevas 400 páginas y aún no ha pasado prácticamente nada.

Pues bien, a Vindry se le podrá acusar de que no tiene un estilo definido, que es superficial, tramposo, o todo lo que queráis, pero desde luego no creo que nadie pueda decir que no pasa nada en sus novelas.

Os invito a leerle para que podáis opinar. Y si no os gusta… yo no he sido.

EL SECRETO DE LAS NOCHES DE SANGRE

Título: EL SECRETO DE LAS NOCHES DE SANGRE

Autor: Cecil Hodge

Colección La Novela Aventura Serie Detective (Sin numeración). Editorial Hymsa

Portada: Desconocido

1ª edición: Desconocido (Presumiblemente 1.943-1.944)

Cecil-Hodge-El-secreto-de-las-noches-de-sangreLa editorial Hymsa fue de las pioneras en España en editar novela popular, de forma casi simultánea con Molino, a partir del año 1.933, comenzando con la colección “La Novela Aventura”, publicada desde 1.933 hasta 1.944, que inicialmente recogía las aventuras de Sexton Blake, para posteriormente ampliar el abanico de contenidos y autores, desde los consagrados Bram Stoker (del que se publicaron Drácula y la joya de las siete estrellas por vez primera en España en 1.935) hasta escritores españoles desconocidos en aquel momento que firmaban con seudónimo –entre los que se encuentra Cecil Hodge- al desorbitado precio de 50 céntimos al principio y 2,50 pts al final. (Por cierto, en la conocida página web de coleccionistas he visto algún título a 150 €, y un ejemplar de Drácula, al que ya me gustaría hincarle el diente, se vendió en subasta por 210 €).

La editorial sobrevivió especialmente en la literatura infantil, hasta que en 1.990 fue

La-Nov-Aventuras-Hymsa-Drácula-Bocquet1

1ª Edición de Drácula en España

absorbida por el grupo suizo Edipresse.

Continuando con la noble y posiblemente estéril labor de rescatar escritores del pozo del olvido, me gustaría dedicar un breve pasaje a Cecil Hodge.

Detrás de Cecil Hodge nos encontramos con Adelardo Fernández Arias (1880-1951), un escritor y director de cine español nacido en Úbeda (Jaén), que por encima de todas las cosas fue un popularísimo y discutido periodista que hizo famoso el seudónimo de “El Duende de la Colegiata”.

En el mundo de la literatura popular dejó unas pocas obras –no tan pocas- con los seudónimos del ya mencionado Cecil Hodge, Austin Warren, Gary Wells, Frank Gordon, Jack Forbes, Steve Davies y vaya usted a saber quién más,  siempre dentro del género policiaco, al menos que yo conozca.

Inició su vida periodística en Madrid, como redactor de La Correspondencia Militar, El Gráfico, La Correspondencia de España y  el Heraldo de Madrid. Su seudónimo (El duende de la colegiata) data precisamente de la época en que perteneció a la redacción de este último periódico que se hallaba instalado en la calle de la Colegiata. Tuvo un semanario propio, escandaloso y lleno de audacias. Escribió algunas novelas y varias obras teatrales. Contratado por una productora norteamericana, se dedicó a interpretar y dirigir películas en Italia. Fue además responsable del famoso corto, Asesinato y entierro de Don José Canalejas (1912), en el que se reconstruye el asesinato del político en la Puerta del Sol y su posterior entierro y en el que aparece por primera vez el actor Pepe Isbert, con sólo 26 años, encarnando al asesino Manuel Pardiñas. Falleció en Barcelona en 1951. El que tenga curiosidad puede verlo en Youtube, que sólo perderéis poco más de 7 minutos de su vida.

cecil hodge monstruoEl resto de películas dirigidas por Abelardo Fernández son las siguientes:

– 1915 EL YACHT MISTERIOSO

– 1915 PIU FORTE DELLA VERITA

– 1916 IL CLUB DEI TREDICI

– 1916 IL DELITTO DELLA VILLA SOLITARIA

– 1916 IL GIOGO

– 1916 LA BALLATA DEI FIORI

– 1916 SUA ALTEZZA REALE IL PRINCIPPE ENRICO

– 1917 IL FANGO

La revista publicada por nuestro autor (El duende) fue un claro ejemplo de semanario D04DRULM7AL8Hh73SR18PRWLsensacionalista, ejerciendo un periodismo provocador y agresivo hasta en lo personal, llegando al enfrentamiento en duelo físico con sus oponentes. Su título –muy utilizado en la prensa española desde el siglo XVIII- corresponde al seudónimo reducido El Duende de la Colegiata, que su director había popularizado previamente como colaborador del Heraldo de Madrid (1890-1939). Comenzó a publicarse el dos de noviembre de 1913, apareciendo cada domingo en entregas de dieciséis páginas, y con gran número de ilustraciones, especialmente fotografías y caricaturas, algunas de ellas estampadas a dos tintas y a toda plana, pero también con chistes gráficos. Anteriormente, a partir del once de mayo de 1910, Fernández Arias ya había publicado este título, en entregas también de dieciséis páginas, pero tuvo corta vida. Parece ser que el motivo de la resurrección de la revista un año antes del comienzo de la primera guerra mundial es que pudo recibir financiación de la Embajada de Alemania en Madrid para la propagación de los intereses de este país.

48502260Para darnos cuenta de la ideología de este autor, en 1935 publicó el libro “Hitler. El salvador de Alemania”, en la colección Biografías populares, de la editorial Fénix, con un formato de  20×14 y tan sólo 79 páginas.

Su revista, que podría considerarse como el precedente de la prensa amarilla, empleaba llamativos y provocadores  titulares a grandes caracteres en su primera plana, y en su corta vida – 26 números-  provocó que su director fuera denunciado, procesado y multado en varias ocasiones. Entre las causas de la suspensión de la revista pudo estar el sablazo que el autor recibió del Duque de Maqueda durante un duelo, provocado por uno de sus escabrosos  reportajes. No me digáis que no estaría genial que hoy en día se resolvieran este tipo de rencillas de esta forma. Ya me estoy imaginando a Pedro J. Ramírez y Rubalcaba eligiendo armas. Eso sí que desatascaría la Justicia en España, y si me apuráis, el déficit de las pensiones.

Este  “semanario ilustrado” fue considerado como una amalgama en la que se unían la crónica negra y de sucesos, las denuncias y críticas de corrupción contra personas e instituciones (diputación provincial o ayuntamiento de Madrid) o los asuntos de alcoba. Destacaba el abundante espacio que dedicaba al mundo de los teatros, acompañado de fotografías de actrices y artistas para secciones como la titulada Bellezas del teatro, algunas rozando los límites de la decencia, con una sección denominada Chismografía teatral. También tenía secciones de Actualidad, Política, Tribunales, Deportes, Toros o Literatura, así como otras dedicadas a correspondencia de los lectores, como las tituladas Ecos del público y Se dice, o la dedicada al folletín por entregas. El periódico utilizaba reclamos del tipo: “Somos furiosa y agresivamente monárquicos. ¡Nada más!”; y hacía constante gala de su independencia, con eslóganes como “Somos independientes” o “Este periódico no pide favores a nadie”.

Martínez Arias volvería a resucitar al semanario “El Duende” durante el periodo republicano, el cuatro de junio de 1933, con el número 27 y 24 páginas;  y en 1937, en plena guerra civil, en Zaragoza, ya con una línea completamente favorable al franquismo.

Tras la guerra civil, publica “MADRID BAJO EL TERROR. 1936-1937. (Impresiones de un evadido, que estuvo a punto de ser fusilado)” y comienza su carrera como escritor de novela popular, primero en la colección objeto de esta reseña, para pasarse a partir de 1943 a la editorial Cisne, donde fue uno de los pilares de la colección Wallace, en la que escribió 11 de los 52 títulos de los que constó la misma con los seudónimos de Cecil Hodge, Gary Wells, Austin Warren, e incluso con su nombre auténtico, A. F. Arias.

En este punto quiero hacer un inciso, en cuanto que si normalmente nos encontramos con un absoluto olvido de los escritores de novela popular, en Cecil Hodge se cruzan una serie de factores que provocan que se multiplique exponencialmente el desconocimiento de su obra:

  • La lejanía temporal de su obra, ya que el autor falleció en 1.951, con lo que no participó en el boom de la literatura de quiosco, especialmente en la de los años en que solemos movernos los aficionados con dentadura completa.
  • Su obra literaria no fue muy numerosa, pues su prioridad fue primero el periodismo, y posteriormente el cine.
  • La ideología tan destacada del escritor. Como ocurre siempre en estos casos, tenemos la tendencia de intentar borrar de la historia aquellos artistas que mostraran una ideología que hoy en día no se considere políticamente correcta. Igual que durante la dictadura se ninguneó a los escritores favorables a la República, tras la muerte de Franco se ha minimizado la importancia de los afines al Régimen. Este tema debiera ser objeto de reflexión. ¿Alguien se plantea la ideología de Cervantes, de Dickens, o de cualquier otro escritor de indiscutible calidad?¿Deja de ser mejor o peor Lorca por su ideología? Pues me he aplicado ese rasero para opinar sobre el escritor –al que por supuesto no pretendo comparar con Cervantes-, olvidándome de su inclinación política.

Me ha llamado la atención, buscando información del autor, un reportaje realizado por “el Duende de la Colegiata”, en su faceta de audaz reportero con afición detectivesca. Parece ser que –como si fuera Poirot (aunque el primer relato de Poirot no se publicó hasta 1.920)-,  solía vestir con un holgado gabán, mostacho e inconfundible sombrero, y acompañar con una extensa cobertura fotográfica aquello que relataba. Al gozar además al parecer de una peculiar personalidad, sufrió una serie de contratiempos, de los que a modo de ejemplo sirve esta anécdota.

galeote-1En 1912, “El Heraldo de Madrid” publicaba una visita al manicomio de Leganés, ilustrado con un par de fotografías. En la primera aparecía el Duende acompañado de alguno de los médicos y otro personal de la institución, con un titular enorme: “HABLANDO CON LOS LOCOS”.

La segunda de las imágenes incluidas en el reportaje llama la atención por la sombría importancia histórica de la figura retratada. Se trata del cura Galeote que en 1886 asesinó ante cientos de testigos de tres tiros por la espalda al obispo de Madrid-Alcalá Narciso Martínez Izquierdo, habiendo además pasado a la historia de la psiquiatría española al haber sido su caso defendido como subsidiario de no imputabilidad criminal por motivos psiquiátricos, lo que generó encendidos debates en su época. Transmutada la pena capital por su ingreso en una institución psiquiátrica, fue trasladado a Leganés en 1888 donde falleció en 1922 tras 34 años de encierro que no consiguieron borrar del recuerdo popular su figura, apareciendo con relativa frecuencia cuando los periódicos hablaban del hospital.

Pues bien, en esta foto aparece retratada la figura de Galeote, como apartado a la derecha del galeote-2-286x300Duende –con bigote y bastón- que posa feliz junto a Carreño, otro “famoso” alienado de la época del que no he conseguido descubrir qué hizo. El Duende y Carreño parecen disfrutar del posado, no así Galeote que pretende quedar al margen, inconsciente de que el fotógrafo también encuadraba su hierática figura.

Es decir, que no solo no se había pedido permiso para la publicación de la imagen de uno de los protagonistas, sino que incluso se reconoce públicamente el no haber tenido la consideración y el respeto a la voluntad del cura quien explícitamente manifestó su oposición a ser fotografiado.

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Periodismo de alto voltaje

Pero en esta ocasión, el Duende se encontró con la personalidad del personaje retratado que, a diferencia de otros desgraciados, supo hacer valer sus derechos. El alienado cura optó por la vía judicial denunciando al periodista. Pocos días después del reportaje, se publica en el Noroeste, periódico gallego, que Galeote se había querellado judicialmente por la publicación de su imagen.

Llama verdaderamente la atención que una persona ingresada en un manicomio, además con antecedentes tan terribles a sus espaldas, pudiera realizar esa denuncia,  dado que incluso las cartas eran censuradas y muchas veces retenidas.

Y como siempre, la reseña del libro en sí dos horas después:

El inspector Steele se encuentra en el castillo de Sir Earl Barlow, prestigioso filósofo, a petición de la señora de la casa, que le ha hecho llamar sin el conocimiento de su marido, preocupada con la posibilidad de que se produzca un asesinato esa misma noche. Perplejo ante esta extraña declaración, el inspector Steele asiste a la narración del gran mal que pesa sobre el hogar de la familia Barlow, un castillo situado a 32 millas de Londres que por su estratégica posición era una fortaleza inexpugnable en la edad media.

Cuenta la leyenda que en la edad media Lord Arthur Barlow cayó perdidamente enamorado de la noble Lady Dorothy Mc Lead, una bella joven que una y otra vez desoía las atenciones amorosas de Lord Arthur.

Despechado, el noble la secuestró y la trasladó a su castillo, donde, tras ultrajarla vilmente, la degolló, inundando la habitación con su sangre. Tras intentar infructuosamente hacer desaparecer las manchas de sangre de la habitación, que mágicamente reaparecían una y otra vez, Lord Arthur hizo tapiar la entrada de  la habitación testigo de tal infamia, sin que nadie desde entonces haya osado a volver a entrar.

Desde entonces, cada 21 de Mayo, la noche del aniversario de la muerte de la bella doncella, un habitante del castillo muere degollado del mismo modo que Lady Dorothy, recibiendo por ello tan señalado día el sobrenombre de “Las noches de sangre”.

En vida del actual propietario del castillo jamás se produjo muerte alguna, por lo que la leyenda era tomada a risa como una superstición familiar, a pesar de que su padre, el noble Sir Giles Barlow siempre le advirtió que “si falta la sangre durante estos años, más tarde se derramará con más frecuencia hasta equilibrar la situación”.

Ya casado con su actual esposa, y con dos hijos adultos, se produce un primer asesinato el aniversario de las noches de sangre, cuando tras una fiesta, uno de los invitados, un joven pretendiente de la hija de los Barlow de 25 años aparece degollado, después de haber anunciado en medio de la cena, acompañado de las risas del resto de los comensales, que se le había presentado Lady Dorothy Mc Lead anunciando que cada dos meses  correría la sangre en el castillo, hasta compensar los años en que no se había cumplido la maldición.

Justo dos meses después, se produce un nuevo asesinato en el castillo con las mismas características, a pesar de que 20 agentes de policía velaban por la seguridad de sus habitantes durante la noche.

Por ese motivo, y dada la cercanía de la nueva fecha en que deba producirse un nuevo asesinato, la esposa de Earl Barlow decide recurrir a Frank Steele, el afamado detective de Scotland Yard, con la esperanza de impedir que se vuelva a cumplir la maldición.

En primer lugar, señalar que la novela, editada a doble columna, presenta una edición bastante deficiente, con un elevado número de erratas por párrafo. Así, el protagonista de la novela pasa de llamarse Steele, Etsele, Setele, y cien variaciones más, lo que me parece que le da un valor añadido extraordinario al libro, pues es una prueba de atención para el entrenado lector de rarezas. Estoy convencido de que los lectores de novela popular mantenemos la mente más despierta que los lectores del Hola.

En segundo lugar, destacar una maravillosa portada y unas deliciosas ilustraciones interiores, de autor desconocido.

Y en tercer lugar, y lo más importante, una buena historia, deudora sin lugar a dudas de El fantasma de Canterville, de Oscar Wilde, con esas manchas de sangre que no salen ni con Ajax Pino (no, no me financia el blog), bien escrita, y con un tono delicioso, ingenuo a veces, acorde con los años en que fue escrita, y no exenta de cierto sentido del humor.

A mi desde luego me ha dejado con ganas de leer más novelas del autor, y de la colección.